Posted in La Buena del día /
Rick Hoyt padece una discapacidad que adquirió al momento de nacer por falta de oxígeno en su cerebro, lo que le originó una parálisis cerebral. Pese a sus limitaciones, a los 12 años, aprendió a usar una computadora especial para comunicarse mediante movimientos de su cabeza. Gracias a esto, su familia pudo comprender que los deportes eran su pasión.
Su padre Dick comenzó a llevarlo a distintas competencias, donde compartieron kilómetros tanto en tierra como en agua. Juntos llegaron a participar de más de 900 eventos, que incluyen maratones, duatlones y triatlones.
Dick tuvo que entrenar duro para poder participar junto a su hijo en estas difíciles pruebas, pero sus palabras al completar su primera carrera fueron las que lo motivaron a no querer detenerse: “Rick nos dijo que no se había sentido como un discapacitado mientras competía”.
Tanto Dick como Rick nunca se rindieron, a pesar de sus problemas, y pudieron cumplir sus sueños juntos. Esta conmovedora historia de superación nos demuestra que el amor de un padre a un hijo es tan fuerte que puede superar todos los obstáculos, y que la meta es una sóla: alcanzar su felicidad.
Esta es la buena noticia del día, que seguramente te hará soltar más de una lágrima mientras compartís unas Terepín con tus seres más queridos.
Fuente: babyspapas